viernes, 17 de junio de 2011

Experiencia de trabajo en el Palacio Salvo

Fotos descartadas pueden encontrarse aquí.
En cuanto a las principales dificultades que se me plantearon para este trabajo es importante recalcar el hecho de que la luz del lugar es bastante tenue por lo que sacar fotos nítidas era algo difícil. Por lo que el exceso de ruido fue uno de los motivos principales de descarte de fotografías.
En cuanto a las fotografías tomadas en el club de billar tuve problemas en el ingreso ya que por ser mujer muchos de los allí presentes tenían sus reservas acerca de mi ingreso y de que les tomara fotografías. Pero luego de dos horas de charla accedieron a que esto pudiera consolidarse, por lo que podría ser planteado como un problema solucionado.
Finalmente la fotografía de la fachada del Palacio Salvo fue un tanto difícil de tomar por su enorme tamaño pero también eso pudo lograrse al encontrar el lugar indicado para tomar la fotografía.
Por lo demás no tuve más complicaciones y pude aplicar los recursos aprendidos de composición, armonía cromática, encuadre natural, conocimientos técnicos y demás herramientas impartidas en clase que hicieron de este trabajo, a pesar de su corta duración, una experiencia más que satisfactoria y disfrutable. 

El Palacio Salvo: un edificio lleno de vida

En su habitat naturalDesde el frenteEntrada Palacio SalvoObraConstruyendoEntre el Palacio
PeriodistasCX30OperadorHacia afueraDiseñoObservando
PókerJugando

El Palacio Salvo: un edificio lleno de vida, un álbum en Flickr.


El Palacio Salvo se construyó en 1928, en pleno apogeo del Uruguay. Hoy 83 años después, el Salvo sigue en pie, sabiendo ser uno de los edificios más altos de América Latina.
Dentro de esta enorme estructura creada por el arquitecto Mario Palanti se encuentra un crisol de realidades, de personas y personajes, de ambientes que pueden parecer incompatibles y algunos incluso irreales o atemporales.
Esta fusión es el alma del Palacio Salvo, que por su imagen exterior puede parecer añejo, derruido y hasta abandonado pero que en su interior ostenta una diversidad de vida pocas veces vista en otros edificios uruguayos.
En la actualidad se está construyendo en el primer piso de este Palacio un centro de 1500 metros cuadrados de oficinas inteligentes impulsadas por propone SmartOffice, y desarrolladas por Altius Group. Un culto a la modernidad en el corazón del conservadurismo uruguayo, que posiblemente contrastará con sus adornos ornamentales pero que empujará al mantenimiento y a la modernidad de un edificio que se encuentra más vivo que nunca. Las obras están en sus comienzos pero los trabajadores hacen largas jornadas para que el proyecto se convierta en realidad lo antes posible.
Pero la informática y la tecnología no es lo único que la da vida al Palacio Salvo. Allí se puede ver en el entrepiso la radio CX 30 y las oficinas de la revista Caras y Caretas. Allí los periodistas se juntan para chequear, redactar y editar noticias y el estudio de radio puede admirarse a través de un vidrio que permite a los habitantes ver qué sucede allí dentro.
Las oficinas son bastante populares en este edificio pero también se han instaurado muchas viviendas particulares. No puede describirse un rango de edad de los habitantes de este Palacio, hay gente mayor, jóvenes y  adultos pero todos afirman que vivir allí es espectacular. Gonzalo, habitante del segundo piso del Salvo, cuenta que para él es un lugar inconmensurable pero a la vez acogedor: “Me encanta vivir acá, es un lugar muy céntrico y la vista es la mejor, pero su principal ventaja es que es ecléctico, podes encontrar de todo, no te aburrís” sostiene Gonzalo.
Un ejemplo de esto es un vidrio que recorre el ancho de un pasillo del Palacio y que está lleno de polvo, lo particular es que ese vidrio está diseñado por los propios obreros que han sabido dibujar de todo un poco para hacer de ese vidrio lleno de polvo un verdadero lugar de expresión artística.
Es muy común ver por los corredores hombres mayores y si se presta atención puede verse que al doblar en una esquina, detrás de una puerta marrón van desapareciendo uno a uno. Al llegar a la puerta un cartel dice “club de billar”, es lógico pensar, al ver la puerta estropeada y el entorno algo lúgubre de esa zona que esa habitación fue alguna vez un club de billar pero que eso ya no es más así. De pronto el silencio obliga a escuchar bolas de billar chocándose y la curiosidad lleva obligatoriamente a girar el pestillo.
Al ingresar a ese lugar parece como si un mundo totalmente irreal apareciera ante los ojos. Hombres mayores, casi todos de más de 70 años, juegan al billar y al póker en un ambiente casi de película.  La habitación a media luz, los focos sobre las mesas, la barra y las lonas verdes son elementos que componen ese ambiente tan particular y que retrotrae a otra época.
Héctor cuenta que vive en el Salvo desde hace 11 años y que desde que vio el club de billar va todos los días, cuenta que los que juegan con él son sus amigos, sus compadres y que el club existe desde hace 25 años, siempre ubicado en ese mismo lugar. “Estas son las mejores mesas de billar de América, eso no te quepa duda” dice Héctor sonriendo orgulloso.
Y así con el orgullo de Héctor es como viven otros tantos habitantes y trabajadores del Palacio Salvo que hacen que este mítico edificio ocupe un lugar, no sólo en Montevideo, sino dentro de sus propias vidas.

martes, 7 de junio de 2011

Montevideo motorizado




Harley-Davidson es una de las empresas más famosas a nivel mundial en la fabricación de motocicletas. Estos vehículos fueron creados en Estados Unidos pero actualmente la empresa tiene sucursales por todo el mundo, una de ellas se encuentra sobre el cruce de las calles Avenida Brasil y Simón Bolivar en el barrio de Pocitos, Montevideo.

Verónica y Germán son los dos empleados que trabajan hace un año en ese local, al preguntarle sobre Harley- Davidson cuentan que es una marca muy prestigiosa y, aunque no saben mucho de su historia, ya están acostumbrados a encontrarse con motoqueros y gente amante de estos bi-rodados que llegan al local emocionados por comprar su primera Harley o ansiosos por poder superar la que ya tienen.

Verónica cuenta que los accesorios son de lo más vendido en el local y que es moneda corriente que los turistas y hasta los propios montevideanos se lleven remeras de Uruguay con el logo de Harley Davidson, agrega además que estas ventas se han incrementado con el buen resultado que obtuvo Uruguay en el mundial de Sudáfrica 2010.





Trabajo realizado por Melisa Lescano y María Noel Durán.
Sonido de motocicleta Harley-Davidson tomado de mp3bear.com

martes, 31 de mayo de 2011

Rodando por Montevideo






“La canción se llama  Hermosa de mi sueños” dice un hombre de baja estatura y barba oscura, lleva una guitarra un poco destartalada y la voz algo ronca y así comienza a entonar, dentro de sus posibilidades vocales, una canción de amor. La canción no se llamaba así realmente, el nombre correcto era “Desde que te vi,” pero el hombre pudo cosechar algunas monedas gracias a esa entonación y bajarse del 121 que se dirigía a Pocitos con algo más de lo que tenía cuando subió. Ver sucesos como estos es típico en los ómnibus que recorren la ciudad de Montevideo. Allí pueden verse personas de cualquier estrato social y es muy común que, cuando no hay muchos pasajeros, se suban hombres y mujeres a cantar, actuar o vender artículos de diverso tipo para obtener dinero a cambio. 
En 1926, el Municipio de Montevideo autorizó a la “Compañía Uruguaya de Ómnibus” de Don Pedro Reyno a fundar la primera línea urbana privada de transporte colectivo, iniciándose así el servicio de ómnibus como lo conocemos hoy en día.

El ómnibus se caracteriza por tener un conductor y, en ocasiones, un guarda que cobra los boletos, controla la disponibilidad del ómnibus, sirve de guía para los pasajeros y muchas veces utiliza su frase típica: “pasando al fondo que hay lugar” para poder organizar al pasaje. Debido a la implementación del Sistema de Transporte Metropolitano en el año 2009 la presencia del personaje del guarda es cada vez menor en los coches, pero igualmente continúa siendo un personaje característico del transporte uruguayo.
 Más allá de sus características el ómnibus representa, con sus 18 pesos de costo actual, el medio más económico y relativamente cómodo para transportarse de un punto a otro de la ciudad y área metropolitana y es, sin dudas, la mejor forma de conocer desde las entrañas de Montevideo cómo es la propia ciudad.

martes, 24 de mayo de 2011

En un día como cualquiera

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En el asfalto, un álbum en Flickr.

En un día como cualquiera Carlos realiza su viaje cotidiano. Un duro recorrido contra las inclemencias del tiempo, pero que lo viene resistiendo desde ya hace cuarenta años.
Él vive en la calle, cerca de la Plaza Varela, es compinche de los trabajadores de la estación de servicio, de vez en cuando fuma tabaco armado pero si se le pregunta su actividad preferida, es, sin duda, escuchar la radio. Sorprende por su propiedad al hablar, sus buenos modos y educación. Explica que para él ya nada es como era antes, que hay mucha droga en la calle, mucha gente sin límites y que a él eso no le gusta. Y sin pelos en la lengua admite que comprende que la gente tenga sus reparos antes de colaborar con él. "Nadie sabe quién soy, ni qué hago, con como están las cosas hoy en día, yo también desconfiaría". Mientras advierte de lugares a los que  conviene no acercarse para no ser robado, cuenta sobre sus radios preferidas y lo que escuchó ayer en la sport 890. Y entre el esfuerzo de la recolección de basura y el peso de su carrito de supermercado, los cuentos y alguna que otra sonrisa que esboza, continúa su camino y su viaje, en un día como cualquiera.

martes, 17 de mayo de 2011

Entre lanas y agujas












Lidia Buceta tiene 79 años y es jubilada del sector de vacunaciones de la Intendencia de Montevideo.
Su verdadera pasión es tejer, y entre lanas y agujas se encarga de regalarle calor a su familia y además a las personas que acuden a ella para pedir ropa o alimentos. En esta materia su tejido predilecto es el de los “zapatones de lana”, unos zapatos con elástico hechos con lana que abrigan los pies y según ella son fáciles de tejer y “te mantienen calentito”.
 Lidia vive frente al Parque Rodó y para ella ese lugar es inigualable, confiesa que  los árboles y el mar le transmiten mucha paz,  y sus tardes transcurren muchas veces entre el tejido, la cocina y la vista a la naturaleza desde la ventana del que denomina “cuartito del medio”.
 Las cartas resultan compañeras ideales cuando llega la hora de las visitas y se puede comprobar una y otra vez que se necesita un rival muy rudo para poder vencerla en la conga.
El aroma a pan casero inunda el ambiente del hogar y completa la experiencia de los sentidos, haciendo que la visita a lo de Lidia sea una de las experiencias más placenteras. 

martes, 10 de mayo de 2011

En el corazón del Parque Rodó





Considero que estas son las mejores fotografías que he tomado porque veo en ellas la esencia de un momento y de un lugar. Representan, en un pequeño reportaje, lo que es el Parque Rodó, sus luces y sombras y el entorno que se genera en este lugar. Un lugar que como se ve no es igual en todo momento del día, sino que va variando según el momento en el que se concurra, la luz, el ambiente y fundamentalmente las personas, que hacen de este centro de entretenimiento un verdadero crisol que vale la pena admirar.